The Boys (Review sin spoilers)

septiembre 14, 2019


No es oro todo lo que reluce. Así podríamos resumir la trama de la serie. The Boys, que a priori puede parecer una estrategia de Prime Video para aprovecharse del tirón de ventas del ecosistema superheróico que estamos viviendo en estos últimos años, nos ofrece una experiencia única, sin fisuras y con un marcado objetivo que va más allá de poner tres superhéroes a volar.  

La apuesta por esta serie como una obra diferente más que como un mero producto en el que los adolescentes, niños y frikis se dejarán el dinero, se plasma tanto en el argumento, la estética, en la inversión llevada a cabo como en un cariz crítico reflejado, principalmente, en unos personajes poliédricos que presentan dudas, desequilibrios emocionales y con los que te puedes llegar a encariñar a pesar de tu odio inicial hacia ellos. 


El argumento, heredado de la obra original homónima de Garth Ennis y Darick Robertson, nos sitúa en un mundo en el que los superhéroes están a la orden del día, siendo autónomos o trabajando para empresas; y donde los intereses económicos, políticos y publicitarios manejan las actuaciones de un gran número de estos superhéroes. Una empresa gestiona la intervención y actuación de 7 superhéroes, conocidos como "los 7", quienes rebosan de fama y dinero sin, aparentemente, dejarse llevar por estas tentaciones propias de su posición. La historia parte desde esta perspectiva, así como de la de una joven superheroína que intenta entrar en "Los 7" y un joven que prueba en sus propias carnes los efectos secundarios que genera la actividad de este grupo de 7 superhéroes, quienes ponen su vida patas arriba. Con este caldo de cultivo, nos iremos adentrando en una historia dura, macarra y, en ocasiones, un tanto gore, que nos hará replantearnos los límites del bien y del mal, sumergirnos en el siempre enturbiado precio de la fama y acompañar las idas y venidas de un grupo de personajes que no van a dejar de sorprendernos.


La trama se adereza con una estética acorde a cada situación. Inicialmente, se nos muestra unos Estados Unidos idílicos, donde siempre brilla el sol, con superhéroes coloridos y gentes sonrientes adorando a estos héroes. Conforme avanza la serie, prosigue el conocimiento sobre estos personajes, lo que nos hace ver sus zonas más oscuras, tras rascar esa primera capa superficial. Por ello, la serie empieza a mostrarnos un mundo suburbano, casas abandonadas, callejones oscuros: “la cara b” de la ciudad. 

Es aquí, en este cuidado de la estética y los escenarios, donde más se nota que es una obra que se ha mimado y tratado con cariño, invirtiendo lo necesario para que saliera bien. Los efectos especiales nada tienen que envidiar a los de las superproducciones cinematográficas y, por otro lado, no se emplean en demasía, pues The Boys no se centra en la acción fácil y deslumbrante (aunque no la descuida), sino que busca la acción que se genera en el interior de sus personajes, sus dudas, interacciones entre los mismos y conflictos morales y de intereses.


Por esto, se puede decir que The Boys es una serie de personajes. Se basa en estos y en sus dilemas morales, o la ausencia de ellos, para construir una trama entretenida y endiablada. A mi parecer, considero preciso matizar, la suerte que tenemos de que la trama en los cómics se finalizó en pocos números, impidiendo (siempre que sigan los cómics) que la alarguen hasta la saciedad con relleno insulso y cada vez más alocado hasta que deje de dar dinero. Sí, sí como se hace con los animes, Antonio.

Siguiendo con lo que nos acontece (que me voy del tema), partimos de unos personajes estereotipados que hacen de trasuntos o caricaturas de Superman, Wonder woman, Flash y Capitán América, entre otros; ganando en complejidad a medida que avanza la serie. 

Me permito hacer un aparte para mencionar que los autores del cómic se basaron en el actor Simon Pegg (de mis actores favoritos) para crear la apariencia de Hughie, uno de los personajes principales. El mismo actor aparece en la serie interpretando al padre de este.


En definitiva, se podría concluir con que es una serie muy recomendable que trata el mundo superheróico desde un punto de vista poco convencional: con corrupción, drogas... que, salvando las distancias, guarda un cierto parecido con la fórmula de Watchmen y que se aleja de lo que nos tiene acostumbrado el UCM, lo que, seguro, hará las delicias de aquellos espectadores a los que les encanten los superhéroes, pero busquen algo alejado del mainstream (sin negar que el mainstream de superhéroes mola un pegote).

Y recuerda...

                                                                 ¡Huertanéa como un pro!




No hay comentarios:

Con la tecnología de Blogger.